Investigadores de la Universidad Nacional de Singapur y la Universidad de Yonseo (Corea) han desarrollado un método para detectar cámaras ocultas en una habitación utilizando un teléfono inteligente ordinario equipado con un sensor ToF.
Esta investigación se deriva a la actual preocupación de que hoy en día una cámara oculta se puede comprar por poco más de un dólar y este tipo de cámaras tienen una lente con un diámetro de 1-2 milímetros, lo que dificulta encontrarlas en interiores. En Corea del Sur, se registraron por año más de 6.800 incidentes relacionados con la colocación de cámaras ocultas en habitaciones de hotel o baños.
El método LAPD (Laser-Assisted Photography Detection) propuesto por los investigadores permite detectar cámaras ocultas utilizando teléfonos inteligentes modernos equipados con un sensor de profundidad (ToF), que se utiliza para estimar la distancia a los objetos al enfocar la cámara y en aplicaciones de realidad aumentada.
Dentro de los equipos que fueron usados se menciona Samsung S20 y Huawei P30 Pro como ejemplos de teléfonos inteligentes que usan dichos sensores. El sensor crea un mapa de profundidad escaneando el área circundante con un láser y calculando la distancia basándose en la llegada retardada del rayo reflejado.
Pequeñas cámaras espía ocultas en lugares sensibles como hoteles y baños que se están convirtiendo en una amenaza importante en todo el mundo. Estas cámaras ocultas se pueden comprar fácilmente y son extremadamente difíciles de encontrar a simple vista debido a su pequeño factor de forma.
Las soluciones de vanguardia que tienen como objetivo detectar estas cámaras son limitadas, ya que requieren equipos especializados y producen una baja detección.
El método para detectar cámaras ocultas se basa en detectar anomalías cuando las lentes y las lentes se iluminan con un láser, lo que crea destellos específicos en el mapa de profundidad resultante. Las anomalías se detectan mediante un algoritmo de aprendizaje automático que puede distinguir el deslumbramiento específico de la cámara. Los autores del estudio pretenden publicar una aplicación terminada para la plataforma Android después de solucionar algunos problemas con las restricciones de API.
Los trabajos académicos recientes proponen analizar el tráfico inalámbrico que generan las cámaras ocultas. Estas propuestas, sin embargo, también son limitado porque asumen la transmisión inalámbrica de video, mientras que solo
pueden detectar la presencia de las cámaras ocultas, y no sus ubicaciones.Para superar estas limitaciones, presentamos LAPD, un novedoso sistema de localización y detección de cámara oculta que aprovecha el sensor de tiempo de vuelo (ToF) en los teléfonos inteligentes básicos.
El tiempo total que se tarda en escanear una habitación se estima en 30-60 segundos. En un experimento realizado con 379 voluntarios, se detectaron cámaras ocultas con el método LAPD en el 88,9% de los casos.
A modo de comparación, solo el 46% de los participantes en el experimento pudieron encontrar las cámaras a ojo y la eficiencia del uso del detector de señales especializado K18 fue del 62,3% y el 57,7%, según el modo de escaneo seleccionado. El método LAPD también mostró una tasa más baja de falsos positivos: 16.67% versus 26.9% / 35.2% para K18 y 54.9% cuando se busca a ojo.
Implementamos LAPD como una aplicación para teléfonos inteligentes que emite señales láser desde el sensor ToF que utiliza la visión por computadora y el aprendizaje automático para localizar los reflejos únicos de cámaras ocultas.
Evaluamos LAPD a través de experimentos integrales del mundo real reclutando 379 participantes y observar que LAPD logra una tasa de detección de cámara oculta del 88,9%, mientras si se usa solo a simple vista produce solo una tasa de detección de cámaras ocultas del 46,0%.
La precisión de detección de LAPD depende de que la cámara oculta alcance un ángulo de visión de 20 grados del sensor y esté a la distancia óptima del sensor (demasiado cerca, el destello de la lente de la cámara se ve borroso y, si está demasiado lejos, desaparece).
Para mejorar la precisión, se propone utilizar sensores con una resolución más alta (en los teléfonos inteligentes a disposición de los investigadores, la resolución del sensor ToF es de 320×240, es decir, el tamaño de la anomalía en la imagen es de solo 1-2 píxeles) y detalle de profundidad (ahora solo hay 8 niveles de profundidad para cada píxel).
Otros métodos para evaluar la presencia de una cámara oculta incluyen analizadores de tráfico inalámbricos que detectan la presencia de transmisión de video a través de una red inalámbrica, así como escáneres de radiación electromagnética.
Finalmente si estás interesado en conocer más al respecto, puedes consultar los detalles en el siguiente enlace.