Un reciente artículo de Violet Blue para Pulp Tech publicado en Zdnet, nos da a conocer que, el próximo lunes, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (International Telecommunications Union – ITU), que es el organismo de Naciones Unidas para las telecomunicaciones, comenzará en Dubai una Conferencia Mundial sobre Telecomunicaciones Internacionales (World Conference on International Telecommunications), que sesionará, a puertas cerradas, hasta el día 14. En esta conferencia, se pretende llegar a un acuerdo sobre la revisión propuesta a las Regulaciones Internacionales de Telecomunicaciones (International Telecommunication Regulations – ITR), con la intención de expandir su alcance para supervisar y regular la internet que hoy conocemos.
Es casi seguro que no hayas escuchado nada sobre esta conferencia, pues a diferencia del resto de las celebradas bajo los auspicios de las Naciones Unidas, no ha sido objeto de promoción alguna en los medios de comunicación, ni tan siquiera en los subordinados a este organismo internacional. Esto no resulta una casualidad, pues desde las primeras rondas de negociaciones, se ha pretendido mantenerla lo más lejos posible del escrutinio público, pero, por suerte para todos, se ha conseguido filtrar alguna información sobre las pretensiones de ciertos gobiernos.
El documento TD-64 y lo que contiene
Aunque públicamente la revisión aparenta estar llena de buenas intenciones, gracias al sitio web WCITLeaks, creado por investigadores de la Universidad de George Mason, se ha conocido el borrador final de la revisión propuesta a las Regulaciones Internacionales de Telecomunicaciones, conocido como documento TD-64, que contiene, entre otras muchas, las siguientes propuestas:
Un estado miembro tiene el derecho de conocer por dónde ha sido ruteado su tráfico y tiene el derecho de imponer cualquier regulación sobre el tráfico en cuestión, por motivos de seguridad o para prevenir el fraude.
Concede el derecho a los estados miembros de suspender los servicios de telecomunicaciones internacionales, de manera total, parcial y/o de cierto tipo, entrante, saliente o en tránsito.
Prohíbe la anonimización del tráfico y hace obligatoria la identificación de los usuarios de los servicios de telecomunicaciones.
No en balde, otro documento filtrado por WCITLeaks, ha dado a conocer que los organizadores están preparando una campaña de relaciones públicas para evitar la más que esperada repulsa de la opinión pública ante estas pretensiones.
Los padrinos de la criatura
Pero bien, ¿quién está detrás de estas nuevas “regulaciones”?, ¿serán los sospechosos habituales contra los que se acostumbra desbarrar cuando de conculcar nuestros derechos en la red se trata?
Contrariamente a lo que muchos esperaban, los principales promotores de de esta conferencia y de los cambios propuestos no son ni la CIA, ni el Mossad, más bien se trata de gobiernos con no muy buenas tradiciones en lo que al libre acceso a la información se refiere, como China y Rusia, respaldados por otros regímenes que comparten intereses comunes en lo que a control y restricciones se trata.
En una reunión celebrada en Junio del pasado año con el Dr. Hamadoun Toure, Secretario General de la ITU, Vladimir Putin, en ese entonces Primer Ministro Ruso, declaraba la intención de Rusia de participar activamente en «establecer un control internacional sobre la internet utilizando las capacidades de monitoreo y supervisión de la ITU».
Ya lo había intentado antes, en Septiembre de 2011, cuando junto a China, Uzbekistán y Tadzhikistán, sometieron a la aprobación de la Asamblea General de las Naciones Unidas una propuesta de “Código Internacional de Conducta para la Seguridad de la Información” con el objetivo de establecer “normas y reglas internacionales estandarizando el comportamiento de los países concerniente a la información y el ciberespacio”, claro, como era de esperar, bajo la égida de los gobiernos y justificado con un discurso de pretendida democratización supranacional.
Desde el mes de mayo pasado habíamos sido advertidos por uno de los “padres” de la internet, Vinton Cerf en su artículo de opinión publicado en el New York Times “Keep the Internet Open” (Mantengan la internet libre), en el que describía certeramente las intenciones de esta conferencia y quiénes estaban detrás de ella, así como los riesgos potenciales y las amenazas que para el futuro de la red implica, no solo en lo referido a la pérdida de libertad de los usuarios, si no también a la desaparición del factor de innovación sin restricciones que ha caracterizado el desarrollo de la red desde su misma creación. Dada la delicada naturaleza de esta situación, Cerf exigía que el debate sobre la gobernabilidad de internet debía ser transparente y abierto a todos los actores implicados, pero los organizadores se han mantenido sordos a estos reclamos.
¿Podrán lograrlo?
Por el momento, parece ser que todo va a quedar en las intenciones, por varias razones; por una parte, Estados Unidos, mediante una declaración emitida por el Departamento de Estado, en la voz de su representante a la conferencia, el embajador Terry Kramer, ha dejado claro que se opone firmemente a cualquier intento de poner internet bajo el control de las Naciones Unidas, a la vez, el Parlamento Europeo ha expresado también su oposición a la propuesta.
Claro, dirán algunos, esta oposición por parte de los Estados Unidos no resulta gratuíta, pues a fin de cuentas, se puede entender que, de cierto modo, internet está bajo su control, ya que la ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers o Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números), y algunas otras entidades relacionadas, están bajo la jurisdicción del Departamento de Comercio, lo que no ha impedido hasta la fecha, el funcionamiento de la red bajo estándares abiertos a todos.
Por otra parte, la propia ITU, según declaraciones de su Secretario General, ha expresado que cualquier tipo de decisión que se adopte, debe contar con el apoyo unánime de todos sus miembros, por ser el procedimiento habitual del organismo y que no considera que asuntos como este han de llevarse a votación, por resultar procedimientos que no deben permitirse dentro de la organización y, evidentemente, esta aprobación unánime resulta imposible en el momento actual.
Depende de todos nosotros
Ahora bien, estas razones no pueden constituir, por si solas, un valladar contra las intenciones de poner internet bajo el control de los gobiernos o de un organismo supuestamente supranacional, pues los que hoy se oponen, mañana pueden no hacerlo y nos corresponde a todos nosotros, los usuarios de internet el garantizar que esta se mantenga libre y abierta para todos.
Es por ello que debemos promover por todos los medios a nuestro alcance la propuesta Take Action promovida por Google, en la que dice que “Un mundo libre y sin restricciones depende de una Web libre y sin límites Los gobiernos no deberían determinar el futuro de Internet de forma independiente. Se debería tener en cuenta la opinión de los miles de millones de usuarios de todo el mundo que utilizan Internet, así como la de los expertos que han creado la red y la mantienen”
Ya yo firmé la solicitud, te animo a que hagas lo mismo, si seguimos esperando, corremos el riesgo de que cuando nos decidamos ya sea demasiado tarde.
Es un tema MUY complicado.
En principio, la gran mayoría estará de acuerdo con que «no queremos la intervención de los gobiernos», «queremos un Internet libre», etc. Incluso es asociado rápidamente a los casos de Cuba, Egipto o Siria. Nadie puede aceptar en su sano juicio la censura, sea ésta a través de Internet o cualquier otro medio.
Sin embargo, no deja de llamarme la atención la siguiente paradoja: este argumento, supuestamente «progresista» es de corte netamente liberal, y presupone que los gobiernos son malos y las empresas (Google) son buenas.
No estoy diciendo que apruebe la censura en Cuba. Pero sí me parece que los ESTADOS deben intervenir en algunas cuestiones que hacen a Internet. Por ejemplo, los delitos informáticos: el robo de identidad, la estafa por Internet, la pedofilia, etc.
Por último, me parece interesante aclarar que muchos ESTADOS (a través de la Justicia o con medidas que afectan a los proveedores de Internet, su representación ante NIC, etc., etc.) ya intervienen en Internet. Por otra parte, Internet no es tan libre como se supone (no precisamente por la intervención de los gobiernos sino muchas veces por la intervención de empresas: pensemos en los proveedores de internet que bloquean a los usuarios que usan p2p, Google bloqueando sitios, Facebook y tantos otros que utilizan e incluso llegan a vender nuestros datos privados, etc, etc., etc.)
Yo creo que es NECESARIA la regulación de Internet e incluso, como ya dije, que ésta comenzó hace rato (si bien en forma limitada). En todo caso, el problema es qué tipo de regulación se procura: una universalmente aceptada (que, en principio implicaría menos «manoseos» por parte de algunos gobiernos) o una que impone claramente la hegemonía norteamericana (pensemos en cómo funciona el ICANN ahora).
No olvidemos que esta disputa se da en un contexto en el que la producción cultural hegemónica viene de EEUU y Europa (piensen en las pelis que vemos o la música que escuchamos) y que Internet es considerado por ellos como un «peligro». Es por eso que se oponen a la regulación «universal» que dicen sería imposible y han negociado tratados para regular Internet por fuera de ONU, como el Convenio de Budapest sobre Ciberdelincuencia en el que casi se pone en el mismo rango al pedófilo y al que descarga música en forma ilegal. ¡Ahí está el peligro!
No obstante, visto este problema desde una mirada del «Sur», sólo los Estados pueden llevar adelante esta negociación (que no beneficie únicamente al aparato cultural del Norte) y son los Estados los únicos capaces de ejercer el control indispensable para asegurar los derechos a sus ciudadanos (por ejemplo, a través de la Justicia como vimos en los casos que ya mencioné). Por otra parte, el problema radica en que Internet es un fenómeno global y, por lo tanto, es mucho más complicado implementar estas regulaciones (pensemos que los datos de un ciudadano argentino que se siente avasallado por Facebook, supongamos, están en EEUU, no en Argentina).
En fin, tiré varias ideas sueltas pero supongo que más o menos se entiende lo que quise decir.
Espero haber ayudado en la reflexión y enriquecer el debate.
Saludos! Pablo.
Muy buena reflexión.
Completamente de acuerdo.
Te dejo un artículo bastante controversial sobre la pedofilia y la libertad de expresión (te aviso de antemano que aunque sea pirata, no necesariamente comparto la postura de Rick)
http://falkvinge.net/2012/09/07/three-reasons-child-porn-must-be-re-legalized-in-the-coming-decade/
Disculpa no haberte respondido antes, pero me he pasado todo el día tratando de abrir el link y parece ser que el sitio no se consigue alcanzar… lo más probable es que sea problemas de mi conexión; any way, sin haber podido leer lo que refieres voy a aventurar una reflexión en base al título contenido en el link.
Entiendo que los conceptos de moral han ido cambiando a través del tiempo, lo que pasa es que en este asunto en particular, la tendencia ha sido en un progresivo aumento de la edad de las personas para considerar una relación sexual como mutuamente consensuada; si hace poco más de un siglo atrás se consideraba «mujer» apta para el matrimonio a una adolescente de 12 o 13 años, hoy no sucede así en la mayoría de los países «civilizados» y me arriesgo a utilizar este adjetivo que se que va a resultar controversial. Este proceso ha sido aceptado por la mayoría de las personas y creo que se puede considerar una especie de protección para los niños y adolescentes que aun no están en condiciones de tomar decisiones responsables por si mismos. Pienso que conseguir que la sociedad en general acepte un cambio en esta postura será casi que imposible.
Por otra parte, opino que la destipificación como delito de otras conductas si tiene posibilidades de lograrse en el futuro; ya es un hecho que la marihuana ha sido legalizada en algunos países o estados, como lo fue el alcohol en el siglo pasado, pero fíjate que son conductas que afectan solamente al que las practica, mientras que considerarlas delictivas solo sirve para enriquecer a las mafias y promover otro tipo de actividades criminales.
En fin, que aquí hay mucha tela por donde cortar, y no te preocupes, no me ha pasado por la mente que compartas la postura de ese tal Rick, yo también pertenezco al grupo de los que gustan de contrastar opiniones, sobre todo con los que piensan diferente, pues es la única forma de aprender y comprender a los demás.
Qué bueno que te tomaste el trabajo de escribir este artículo @Charlie, agradecido!
Ahora lo comparto con el LUG a ver si nos comunicamos con otros LUGs y asociaciones de SL y presentamos una nota formal a Presidencia, otra a NIC y por último al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Salu2
Es curioso que sea Google, cuyas prácticas sobre el respeto de la privacidad de los usuarios es más que dudosa, sea quien lleve adelante la iniciativa para oponerse a la regulación de Internet… pero es lo que dice UsemosLinux, se está dando por supuesto que los Estados son malos y siempre intentarán controlarte y coaccionarte, mientras que las empresas son buenas y sus prácticas siempre son ejemplares y respetuosas, y esto no es así, pues los Estados tienen su límite en las fronteras mientras que las grandes corporaciones funcionan a nivel global, y nadie nos asegura que una corporación multinacional en posición hegemónica un día no haga uso de prácticas deleznables en la búsqueda del máximo beneficio a cualquier precio. En este sentido me viene a la mente un mundo apocalíptico en el que todos los productos, las telecomunicaciones, la vida en sí, están bajo control de una gran macro-corporación, como Umbrella en la saga de Resident Evil (aunque sin los zombies, claro xD), y sé que eso ahora es sólo ficción, pero imaginaos el peligro de que todo estuviese controlado por corporaciones privadas.
Google no quiere mantener abierta la red porque les preocupe la cuestión social sino porque la net es su negocio y el aire que respiran.
Dicho sea de paso, y con toooodas las acusaciones que se le puedan hacer a la empresa la realidad es que ellos son la Coca-Cola, la Latte Shake de la net: es impresionante lo bien que funciona su plataforma que facilitan de forma gratuita a todo el mundo y si fuera por Yahoo!, Ask, Microsoft o Altavista todavía estaríamos en la edad de piedra de la web.
Coincido contigo, pero te digo algo más, es cierto que el interés de Google es también económico, pero en lo personal no me molesta en lo más mínimo, si ellos no existieran, todavía estaríamos con buzones de correo de 250MB, con acceso vía web y pagando por cualquier otra cosa, así que si Google gana dinero de los anunciantes y no sale de nuestros bolsillos, bienvenido sea, en este caso sus intereses y los nuestros coinciden, con lo que no veo nada malo en ello.
Vamos a ver, como diría Jack el Destripador, vamos por partes:
La contraposición «progresista» vs «liberal» no implica automáticamente que los gobiernos son malos y las empresas son buenas, la cuestión es que los gobiernos están (o al menos deberían estar) para garantizar las libertades de los ciudadanos y establecer y hacer cumplir iguales reglas para todos, mientras que el objetivo de las empresas es crear riqueza (SI, aunque a algunos la mención de esta palabra provoque molestias). No creo que exista un mejor ejemplo de lo que se consigue sin las «regulaciones» de los gobiernos que el propio desarrollo de internet, realmente no conozco nada más «liberal» que la red y el crecimiento de la economía global gracias a ella. Ahora bien, que los gobiernos no cumplan con su parte en el «contrato» es, en buena medida, responsabilidad de los ciudadanos por los pésimos mecanismos existentes para el ejercicio de sus derechos y también, por qué no, por la abulia y desinterés en estos asuntos, si algo debiera legislarse y cambiarse en el marco de la ONU es precisamente eso.
El problema con las empresas es que deben cumplir con las leyes, y para exigirlo y garantizarlo están los gobiernos. Lo que debe existir es una legislación que garantice, por una parte, el «juego limpio» que al final nos beneficia a todos y por la otra que nuestros derechos como individuos no sean vulnerados. Que las empresas lucren con nuestra información es responsabilidad, en algunos casos, de la carencia de legislación al respecto, pues la vida ha sobrepasado a la siempre lenta jurisprudencia, y por otra parte también es responsabilidad de los propios individuos que ponen a en manos de las empresas hasta el último detalle de su vida, sin preocuparse en lo absoluto de leer los términos de uso. El hecho de que un servicio sea «gratuito» no nos obliga a usarlo, lo hacemos porque así lo decidimos, aun cuando ignoremos las consecuencias.
Por otra parte, la persecución a los criminales que utilizan las tecnologías IT para cometer sus delitos, no depende de regulaciones supranacionales sobre el funcionamiento de la red, para eso basta con que las instituciones correspondientes realicen su trabajo. De hecho, casi todos los gobiernos tienen, dentro de sus aparatos policiales, equipos dedicados a la ciberdelincuencia, los que, por regla general, cooperan entre si, dadas las características globales de estos crímenes. Muchas veces las carencias en este sentido se deben a vacíos legales en las legislaciones de cada país, o a la falta de coordinación entre agencias, o carencia de voluntad de los gobiernos, no a la necesidad de un
«control» sobre internet.
Me parece poco feliz plantear que mantener una internet libre favorece la imposición de los patrones culturales del norte (cualquier cosa que eso signifique), pues es precisamente internet la que permite dar visibilidad a fenómenos culturales hasta ayer ignorados por el mundo y a los que los medios tradicionales no ofrecen cobertura, por otra parte, en lo personal, pienso que la dicotomía «norte» vs «sur» es otro cliché que carece de fundamento, gracias a la tecnología del «norte» hoy podemos mantener este debate en el «sur».
La particular situación de la ICANN es consecuencia del surgimiento y desarrollo espontáneo de la red, ahora bien, me gustaría que alguien mencionara un hecho concreto en el que la toma de decisiones en asuntos medulares dentro de la ICANN haya sido comprometida por su subordinación al Departamento de Comercio. Realmente me resulta imposible imaginarme el funcionamiento efectivo y ágil de un organismo como este bajo la jurisdicción del aparato burocrático de los organismos de la ONU, que de hecho, debían estar para garantizar a nivel internacional, lo mismo que los gobiernos a nivel nacional.
Entender la particular relación entre EEUU e internet no resulta fácil, lo fácil es repetir estereotipos. Para una mejor comprensión del tema, recomiendo la lectura de un artículo del periodista Jorge Ramos, que a pesar de haber sido publicado en el 2005, aun sirve para ilustrar bastante en este sentido, ahí les dejo el link: http://jorgeramos.com/el-dueno-de-la-internet/
En cuanto a la equiparación de la llamada piratería de contenidos con crímenes como la pedofilia, me parece un absurdo total. Soy defensor de la libertad de compartir el conocimiento como necesidad del desarrollo humano, ahora bien, creo que hemos llegado a este absurdo por la influencia de los propietarios de contenidos sobre los gobiernos; en EEUU, los lobbys de la música, el cine y la TV, en España la muy llevada y traída SGAE, etc., lo que vuelve a demostrar las carencias del gobierno como mecanismo imparcial y efectivo de control. Si los gobiernos se dedicaran a velar por el cumplimiento de las leyes por parte de las empresas en lugar de vigilar y controlar a sus ciudadanos, una buena parte del problema estaría resuelto.
Discúlpenme por el tocho, pero no quería dejar de tocar ninguno de los temas tratados en los comentarios, los que agradezco sobremanera, especialmente porque nos permiten mantener un debate que debería de resultar de interés para todos pero que desafortunadamente atrae a pocos. Cuando veo esto siempre recuerdo una frase que leí en alguna parte, ‘incluso aquellos que no se interesan por la política están condenados a padecerla’.
Muchas gracias por pasarse por aquí…
Las carencias de esos gobiernos a la hora de dejarse presionar por los grandes lobbys se debe precisamente a los intereses, visibles o no, que éstos tienen en las empresas de esos lobbys, cuando directamente no forman parte del consejo directivo de ellas. He ahí las razones de los tratos de favor y la «pasada de mano» que se les hace en España a organismos como la SGAE o en EEUU a los lobbys del mundo del cine y la música. Y estamos hablando de gobiernos liberales, pero no olvidemos que su concepto de la libertad está fundamentado en la libertad del poder económico, por encima incluso de la de las propias personas, y la no imposición de límites en la acumulación masiva de capital.
Es cierto lo que planteas de la connivencia entre los gobiernos y los intereses de los grupos mencionados, que en última instancia son consecuencia del defectuoso ejercicio de la democracia. Por otra parte, en mi opinión, la propia existencia de la «libertar del poder económico» que mencionas es consecuencia directa de la libertad de las personas, la propia existencia de internet lo corrobora, los que hasta ayer eran entes insignificantes dentro del sistema, dos simples estudiantes (los creadores de Google), son hoy partícipes principales en la remodelación del futuro. Eso no lo han conseguido ni políticos ni líderes de ninguna de las ideologías que tanto lo han prometido.
Ciertamente, la libertad económica surge de la libertad de las personas. El problema es cuando ciertas personas se benefician en tal magnitud de esa libertad económica que acaban convirtiéndose en los dueños de todo un sistema y empiezan a aplicar reglas para continuar acumulando cada vez más poder, ya a costa de la libertad y los derechos del resto de mortales. Bien es sabido que para que algunos tengan mucho, muchos deben tener muy poco.
Es cierto, los de Google empezaron siendo dos «insignificantes» estudiantes (realmente no me gusta esa palabra, creo que todo el mundo tiene su parte de importancia), y han sabido jugar sus bazas para escalar posiciones aprovechando el funcionamiento del sistema económico global. Pero a ese nivel ya la cosa no es simplemente ingeniería. Google ha crecido exponencialmente y pasado de ser el proyecto de un par de visionarios a ser un gigantesco ente global, que pese a la magnitud alcanzada, sigue estando solamente en manos de un grupo reducido de personas. Y es aquí, cuando unos pocos aplican reglas para la gran mayoría, cuando se produce la distorsión de la democracia, y como consecuencia, el ejercicio defectuoso de la misma.
Solo digo que cuidado con las corporatocracias.
«Bien es sabido que para que algunos tengan mucho, muchos deben tener muy poco»… vamos, ¿de verdad?… Si estudias un poquito de teoría económica, no panfletos ni manifiestos, si no verdadera teoría económica, verás que la riqueza y economía de las naciones NO ES una suma cero; la riqueza se crea en los procesos productivos, ya sean materiales, de servicios, etc., así que sobre este punto no seguiré abundando. Sobre este aspecto en particular, el del crecimiento de la economía a partir de las IT e internet, te recomiendo la lectura de un artículo recientemente publicado en Wired titulado It’s a Nerd’s World. We Just Work Here (http://www.wired.com/business/2012/11/tech-trickle-down/) que describe cómo el surgimiento de estos «nerds» que se están enriqueciendo crea puestos de trabajo, lo que de una manera u otra es una redistribución de la riqueza creada, en el también encontrarás links a otros sobre el mismo tema.
En cuanto al segundo párrafo, ¿conoces acaso algún «visionario» que no termine desbordando su «visión» sobre el resto de los mortales comunes y corrientes?, lo logrado por estos dos, al menos hasta el momento, ha contribuido a mejorar un poco este mundo, lo que desgraciadamente no se puede decir de otros muchos que con la imposición de su «visión» muy personal solo han contribuido a empeorar las cosas. Yo por mi parte, le temo más a las burocracias y partidocracias que a las corporocracias, han demostrado resultar más dañinas al género humano.
Charlie:
Estamos todos de acuerdo en que Internet DEBE ser regulado y que, de hecho, ya está siendo regulado. Una regulación que, de nuevo estamos TODOS de acuerdo, debería procurar proteger los derechos de los usuarios de Internet.
Ahora bien, las limitaciones de la regulación actualmente existente tienen origen en la propia naturaleza global de Internet y en la naturaleza territorial del poder de los Estados. La única manera de «contrarrestar» este problema es a través de la cooperación internacional y la firma de acuerdos internacionales.
En este sentido, existen 2 líneas: una que plantea que hay que llegar a acuerdos en el marco de la ONU (siendo, supuestamente, el ámbito internacional más democrático) y otros que proponen la firma de acuerdos multilaterales (el caso de la Convención de Budapest que mencioné y que está siendo propulsada por la Unión Europea, EEUU y Japón).
La visión «liberal» que citás -la de Vint Cerf, por ejemplo- es muy común en Estados Unidos. Presupone, como dije, que toda intervención estatal es mala y repudiable. Para justificar este modo de pensar, ponen como ejemplo las «malas experiencias» de Cuba, Siria, Egipto, China, etc. Claro que se tratan de «malas intervenciones» estatales, lo cual se ve agravado, como bien planteás, por el hecho de que se supone que el Estado existe en pos del bien común de sus ciudadanos. Sin embargo, este modo de pensar olvida que existen OTROS tipos de intervención estatal que no sólo no son dañinos sino que son necesarios para el funcionamiento de Internet e incluso para defender los derechos de sus propios ciudadanos.
Tal vez me equivoque pero me da la impresión de que estás en contra de cualquier tipo de «regulación internacional» de Internet. Sí, todos estamos en contra de la censura del gobierno chino; sí, todos estamos en contra de que el gobierno cubano limite el acceso a Internet. Sin embargo, de haber una «regulación de Internet», ésta NECESARIAMENTE debe ser de carácter internacional por la propia naturaleza de Internet y esa «regulación internacional» sólo la pueden acordar los Estados.
Por ejemplo, la justicia brasileña no podría apreender a un hacker ruso que desde China hackea los servidores (que se encuentran en EEUU) del banco español en el que el ciudadano brasileño tenía depositado su dinero. Basta multiplicar ésto por todas las cuentas del Banco que el hacker estafó para darse cuenta de la magnitud del problema. ¿Qué Justicia tiene competencia: la del país en la que se encuentran los servidores, la de la nacionalidad del hacker, la del país desde el que realizó la estafa, la de la nacionalidad del afectado? ¿Qué pasa si en ese país no está tipificado el delito o la normativa no se encuentra actualizada para incluir los delitos informáticos? Y así… éstos son apenas dos vértices del problema.
Otro punto de tu último comentario me parece que merece atención. Yo no dije que una «internet libre» (pensalo: libre de quién? es claro que hay una visión «negativa» del Estado en esta mirada) favorece la imposición de los patrones culturales del norte. Lo que yo quise decir es que esta «lucha» entre los Estados por ver cómo «regular» Internet es claramente una lucha de intereses (que suma a los intereses de los gobiernos de turno pero también los de las empresas de ese país). Dos de los más fáciles de identificar son los gobiernos «dictatoriales» que quieren regular Internet para evitar ser derrocados, etc. Sin embargo, algunos países democráticos con una mejor «reputación» también buscan regular internet en un sentido negativo -procurando ampliar las facultades de rastreo, control y censura. El caso típico es EEUU que incluso hoy tiene una normativa de GESTAPO que le permite al gobierno rastrear no sólo Internet sino TODO el sistema de comunicaciones de ese país. Te recomiendo leer la USA Patriot Act.
La USA-Patriot Act contiene numerosos artículos que dinamitan una serie de libertades y derechos civiles ya establecidos. Muchas de las provisiones de la ley son anticonstitucionales, reducen el equilibrio de poder entre las diferentes instituciones de gobierno, y trasladan ese poder desde los tribunales de justicias hacia los cuerpos de seguridad.
En ese país está hoy el ICANN.
En una tónica parecida, se encuentran quienes impulsan la Convención de Budapest. Se trata de un tratado internacional (que los que decidan adherir no pueden modificar -pensemos que los miembros originarios son Europa, EEUU y Japón) que mezcla una serie de «delitos informáticos», entre los cuales tipifica no sólo al robo de identididad, la estafa, etc. sino también los «delitos de propiedad intelectual». Precisamente, estos países buscan enmascarar la defensa de sus interéses -léase, los intereses de las empresas de esos países relacionados con los «derechos» de propiedad intelectual- bajo la fantasía de la lucha contra otros delitos para cuyo combate hay un mayor consenso (pedofilia, estafa, etc.).
No hay que olvidar que en un contexto de predominio del «aparato cultural del norte» (qué pelis vas a ver al cine? qué música escuchás? qué libros leés? cómo te vestís?), especialmente el norteamericano, la «defensa de la propiedad intelectual» implica en la práctica la defensa de los intereses de esos países.
Esta problemática atraviesa TODA la discusión sobre la «regulación de Internet».
Como ven, no hay santos en esta cuestión: ni Rusia ni China buscan una «regulación» inocente; tampoco Estados Unidos o Europa.
La pregunta, difícil que nos queda en el tintero es: si la regulación es necesaria y la única manera de lograr esa regulación es a través de la cooperación y los acuerdos internacionales, qué tipo de intervención deberían defender nuestros países (estoy hablando, por ejemplo, de América Latina)?
Saludos! Pablo.
Discúlpame que te contradiga, pero es evidente que NO «Estamos todos de acuerdo en que Internet DEBE ser regulado», lo que SI resulta un hecho es que hay muchos interesados en regular internet, que no es lo mismo. En cuanto a ponerla en manos de la ONU, ¿se trata de la misma ONU en la que, hace unos años, Libia llegó a presidir el Consejo de Derechos Humanos?, si es así, te digo: gracias, pero no…
Mira, todos los ejemplos que pones sobre delitos cometidos en la red y otros muchos más, son capaces de resolverse con los mecanismos actualmente establecidos y con la cooperación entre las agencias del orden, existen muchos ejemplos de que es posible, claro esto se ha conseguido cuando existe coincidencia entre las legislaciones de los países implicados en la tipificación del delito, como ha sucedido en el desmantelamiento de redes vinculadas a la pedofilia, que han constituido noticia en los diarios a las que seguro tuviste acceso; ahora bien, ¿qué sucede con el resto de los delitos?, pues dos cosas, que no existe coincidencia en la tipificación o no existe voluntad por parte de los estados en cooperar. En el caso de la tipificación de un hecho como delito, tenemos el ejemplo más peligroso en el tema de los derechos de propiedad intelectual y la «piratería», ahí pretenden regular e imponer la tipificación de la violación de la propiedad intelectual como delito a la medida de los intereses de los grupos interesados en mantener y extender los límites de la misma. Espero que sobre este asunto coincidamos en que regular internet a partir de estas premisas sería dañino para la mayoría de los usuarios.
Por otra parte, una buena parte de los delitos informáticos relacionados con el robo de identidad y números de tarjetas bancarias está controlado actualmente por mafias, una buena parte de ellas radicadas en Europa del Este, donde gozan de impunidad, ya sea por una legislación deficiente o simplemente por contar con la protección encubierta de las propias agencias del orden de esos países, muchas veces ocupadas en vigilar a periodistas que resultan incómodos al gobierno y a simples ciudadanos inconformes.
Gracias por la recomendación de leerme la Patriot Act, en cuanto tenga un tiempo le volveré a dar un vistazo, pues ya la leí cuando la promulgaron hace bastante tiempo y si, es cierto que contraviene derechos y libertades establecidas, pero sobre este tema aun están en curso una buena cantidad de recursos ante las cortes que han sido interpuestos por ciudadanos comunes o por organizaciones involucradas en estos asuntos y sobre las que todavía no hay pronunciamientos firmes. Sobre este particular a todos nos gusta opinar y criticar al «incómodo» vecino del norte, sin tomar en cuenta que muchas veces, nuestras legislaciones en el «sur» resultan más absurdas y lesivas a las libertades ciudadanas, pero claro, si son «nuestras» no importa.
Tu comentario contiene una afirmación que me resulta en cierta medida contradictoria con el espíritu general del comentario, pues dices «Como ven, no hay santos en esta cuestión: ni Rusia ni China buscan una ‘regulación’ inocente; tampoco Estados Unidos o Europa», entonces, ¿podemos sacar como conclusión que TODOS los interesados en regular internet tienen intereses espúreos?, si es así, pues no hace falta ninguna regulación.
Creo que si algo deberían defender nuestros países, como dices, es lograr poner internet al alcance de todos, sin restricciones, y utilizar los recursos y esfuerzos para controlarla en resolver otros problemas que nos agobian más, como el atraso tecnológico, las legislaciones decimonónicas que aun sobreviven, la inseguridad ciudadana y un muy largo etcétera y que son responsabilidad nuestra y de nadie más, dejar de una vez de sentirnos «víctimas» de alguien y asumir nuestras responsabilidades.
Y muchas gracias por participar en este debate, de veras que si…
Jaja! Gracias x asumir que yo defiendo la regulación de Internet a través de la ONU. Nunca dije algo así.
En segundo lugar, no es cierto que China, Rusia, EEUU y Europa sean todos. No sé donde vivís vos, yo vivo en otro lugar del mundo. Es en ese sentido que dejé un último párrafo abierto para la reflexión. Qué posición deben asumir nuestros países?
En ese sentido, coincido plenamente con lo que planteás en el último párrafo: «lograr poner internet al alcance de todos, sin restricciones, y utilizar los recursos y esfuerzos para controlarla en resolver otros problemas que nos agobian más, como el atraso tecnológico, las legislaciones decimonónicas que aun sobreviven, la inseguridad ciudadana y un muy largo etcétera y que son responsabilidad nuestra y de nadie más, dejar de una vez de sentirnos “víctimas” de alguien y asumir nuestras responsabilidades.»
Creo que nuestra mayor discrepancia está en este punto: La regulación de Internet no es una elección. En tu comentario anterior vos mismo dijiste que ESO YA EXISTE. Internet YA está siendo regulada. El problema es que estamos yendo hacia una MALA regulación. Entre otras cosas, por los intereses que describí.
Mi propuesta pugna por crear una tercera posición. Simplemente eso. Si vos querés vivir en un mundo de ensueño, en el que «Internet es libre», pues (a mi modo de ver) vivís confundido. No por nada hay gobiernos que violan permanentemente los derechos de los usuarios (siendo los casos más «claros» Cuba, China, Rusia, pero también EEUU, etc.), y empresas con un poder global incluso en algunos casos superior al de muchos países (Google, Microsoft, etc.) que también han violado muchos de esos derechos.
Si vos querés seguir la propuesta de Google, adelante. A mí no me convence su «altruismo». Lo siento.
Saludos! Pablo.
Disculpa si no te entendí, pero los 3 primeros párrafos de tu comentario anterior, que aparece bajo el nick de «Pablo», dicen precisamente eso, o al menos, permiten interpretarlo, pues al ser tu comentario supongo exprese tu opinión, si no es así, pues bueno, lo dicho.
Por otra parte, ¿dónde digo que internet YA está siendo regulada?, el hecho de que en cada país existan leyes o regulaciones al respecto no implican en modo alguno que internet, la red, como fenómeno global esté regulada. Y no, en modo alguno vivo «en un mundo de ensueños» aunque SI considero que internet es libre, en el sentido de que no tiene un «gobierno» que la controle y censure de forma global. Para que no queden dudas de mi posición: prefiero una internet «peligrosa» y «libre» como la que existe hoy antes que una más «segura» y «regulada» por cualquiera, ya sea la ONU, con su proverbial incapacidad y desmedida burocracia o grupo de «desinteresados e imparciales representantes democráticos» de cualquier organización, religión o tendencia política. Si estas afirmaciones me hacen parecer «políticamente incorrecto» no importa, realmente lo soy.
Y si, yo apruebo la propuesta de Google, si no tu no lo haces estás en todo tu derecho, no pretendo que el resto de las personas piensen y actúen como yo; el mundo sería demasiado aburrido, eso si, te recomiendo evaluar las propuestas por su contenido más que por quién las formula, recuerda la frase de Albert Camus que aplica muy bien en este caso: «Uno no decide qué tiene de verdad un pensamiento considerando si es de derecha o de izquierda»
En cuanto a cuál es el país donde vivo, ¿no lo has podido adivinar todavía?, vamos, que es MUY fácil hacerlo… y NO, por supuesto que no es EEUU, ¿cómo se te puede ocurrir? 😉
Un saludo…
Que tal.
Aunque estoy de acuerdo con todos ustedes, hay algo que debemos considerar antes que nada. Dado a que internet no tiene un dueño en sí, la información distribuida y almacenada en los diversos nodos es almacenada por un periodo de tiempo y luego purgada. Esta información esta ahí y puede ser utilizada por diversos agentes tanto públicos como privados para actividades diversas dentro de las legislaciones correspondientes a cada país y protocolos firmados por estos mismos. Lo anterior proporciona una herramienta que puede tener diferentes usos y esto puede ser un problema según la óptica desde que se vea.
Muchas veces la libertad es confundida con el libertinaje, pero como toda herramienta esta puede ser utilizada tanto para el beneficio como para lo malo. Una regulación es razonable si y solo sí esta no va mas alla de limitar que se puede hacer y no. Esto último es una libertad fundamental que no es negociable, además es algo que ya está definido en cualquier legislación, por lo que uno mismo es conciente de si comente una infracción.
Muy buenas tus observaciones. En cuanto a la primera, aunque no coincido completamente contigo en que la internet «no tienen dueño», si estoy más que conciente de que todos nuestros logs de navegación quedan almacenados, de una manera u otra, en los distintos nodos por los que pasa la información, y por lo tanto, a disposición de los diversos agentes que mencionas, lo que en cualquier caso es un precio a pagar por la conectividad de que disfrutamos, y SI, es cierto que constituye un peligro, pero puesto a escoger entre el peligro que representa el uso que le de una empresa y el que le pueda dar un gobierno, prefiero correr el riesgo con el primero.
Por otra parte, entiendo que cuando hablas de «libertinaje» te refieras a acciones que en última instancia constituyen delitos, y que de hecho habitualmente YA están tipificados por las legislaciones de la mayoría de los países, con independencia de la tecnología que se use para cometerlos; me explico, la pedofilia es anterior al surgimiento de internet al igual que el robo de identidad, lo que sucede es que con las IT se «facilitan» los medios para cometerlos. En vez de establecer restricciones y controles en la red, me parece más efectivo que los organismos policiales actualicen su accionar de acuerdo al desarrollo de las tecnologías y persigan al criminal y no consideren sospechosos a todos los usuarios de la red por el solo hecho de acceder a ella. Aquí, dado a escoger entre los peligros de la libertad mal interpretada y el control de la red, sin lugar a dudas prefiero los peligros de la libertad, porque como dijera Manuel Azaña «La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres».
Totalmente de acuerdo contigo, creo que es mas factible que los organismos de vigilancia como los policiales se adecuen a las instancias de la tecnología que al revez.
Este control nos llevará a gobiernos socialistas?