A las tres grandes agencias de calificación que hacen temblar al mundo con sus decisiones les ha salido un inesperado competidor: Wikirating, una plataforma de código abierto en la que cualquier usuario puede evaluar a un país o una empresa. |
Como su modelo Wikipedia, Wikirating basa todo su poder en la inteligencia colectiva de sus usuarios: cualquiera puede poner una nota de solvencia o, incluso, desarrollar nuevas metodologías de análisis. Y ya han participado más de 5.000 personas.
«Wikirating es el primer instrumento de calificación libre, independiente y transparente de Internet», declara uno de sus dos fundadores, el matemático austríaco Dorian Credé, de 37 años.
El proyecto sin ánimo de lucro funciona desde el pasado octubre, pero su gestación comenzó en mayo de 2010, azuzado por lo que Credé califica como el descrédito de las agencias, que fallaron dando la máxima nota a productos financieros «tóxicos» y no previeron la quiebra en 2008 del banco de inversión Lehmann Brothers.
«Entonces pensé: ¿por qué no hacer algo como Wikipedia que se ocupase de los «rating»? Así se evitaría cualquier influencia del mundo económico y político, porque todos podrían controlar su funcionamiento, que además sería abierto y transparente», explica.
Después de mil horas de trabajo junto a su socio Erwan Salembier, el proyecto se ha puesto en marcha y cuenta con unos 150 usuarios registrados, pero han sido ya 5.000 lo que han participado de alguna forma en la página digital, que ha tenido 20.000 visitas.
Credé asegura que en Wikirating se ha reforzado el control sobre los datos que se utilizan para las evaluaciones, debido a la propia complejidad de la materia que trata y para que no haya atisbos de manipulación.
Para este matemático, que trabaja en una compañía de software, el declive futuro de las tres grandes agencias que controlan el 95% del mercado (Standard & Poor’s (S&P), Moody’s y Fitch) está fuera de toda duda. La pregunta es cuánto tardará ese proceso.
«El poder de las agencias se debe a que los mercados todavía confían en ellas, pero cada vez menos. Cuando los mercados sepan que hay alternativas, las valorarán. Y las que mejor funcionen serán en las que finalmente confíen», pronostica.
¿Una alternativa real?
Credé no oculta que su ambición es que Wikirating se convierta en una alternativa real en el futuro, al igual que ahora Wikipedia es una realidad incuestionable a pesar de que muchos se rieran del proyecto en sus inicios.
Hasta ahora existen dos métodos para poner notas, desde la matricula de honor («AAA») hasta la suspensión de pagos («D»). Uno es una simple votación y otro se basa en un modelo matemático con variables económicas clásicas, como la deuda estatal y el crecimiento económico, que después se ajusta con otros valores como el Índice de Desarrollo Humano de la ONU.
La nota de Chile en esta agencia ‘libre’ es de A+, en contraste con la de EE UU, que tiene un aprobado (BBB-). Además, otros dos métodos más complejos propuestos por los usuarios están siendo sopesados por los fundadores de Wikirating, cuyo principal problema es la falta de tiempo debido a que también se deben a sus trabajos como asalariados.
Pero si uno de los métodos es una votación, ¿no es esa también una fórmula opaca para calificar a un país?
Un método como el del voto. argumenta Credé, puede aportar también información porque al fin y al cabo «el mercado está formado por gente que en última instancia actúa también de forma subjetiva y emocional. Los mercados no reaccionan siempre de forma racional».
Y, sobre todo, «son sólo métodos, no decimos que sean los correctos. Y todo el mundo puede valorar porque funcionan de forma abierta», lo que contrasta con las grandes agencias, que «no explican cuáles son sus fórmulas de cálculo porque son el secreto de su negocio».
Otra de las sorpresas es que con el modelo matemático de análisis, llamado Wikirating Sovereign Index (SWI), las notas de los países industriales son bastante peores que las que ofrecen las agencias clásicas.
En Wikirating, EE UU apenas tiene un aprobado (BBB-) mientras que Francia no sólo ha perdido la triple A, sino que es un bono basura (BB-), al igual que Alemania (BB+) y España (BB), lo que contrasta con la brillante nota de Chile (A+).
La explicación es que en el SWI la deuda pública tiene un peso negativo determinante frente a las demás variables.
«La situación de los países industrializados es así de mala, especialmente si tenemos en cuenta los niveles de deuda existentes. Si se deja dinero a alguien las deudas son un aspecto fundamental para evaluar si podrá devolver ese dinero», argumenta.
Fuente: 20minutos
Notable!
La filosofía abierta está llegando cada vez más lejos. No dudo que le cueste meterse en un ambiente tan cerrado y manipulador como lo es la calificación de riesgo soberano, pero de a poco yo creo que se ganará su lugar.
Espero que el proyecto prospere!
La Wikipedia está muy bien, mucho contenido pero con un mismo problema: la falta de fiabilidad. Si según cita el artículo, tenemos tres grandes agencias de calificación que hacen temblar el mundo, ¿queremos otra peor basada en el voto abierto y dudoso criterio?
Dejemos la «ciencia» a los expertos.